Los cuerpos no se limpian con jugos
Los cuerpos son milagros. Inteligencia pura. Pero también están inmersos en un entorno tóxico: aire, agua, alimentos, emociones.
Y aunque tenemos sistemas innatos de desintoxicación, no siempre están en condiciones de funcionar bien.
Por eso, cuando hablamos de “detox”, hay que dejar los mitos y entrar en la fisiología real.
Detox no es sinónimo de eliminar la carne ni tomar litros de zumo
Muchas veces, lo primero que se hace en un detox es eliminar las proteínas animales y llenar el día de jugos y frutas.
Pero… ¿qué pasa si no tienes suficientes aminoácidos, B12, zinc, metionina o colina?
Tu hígado no puede completar las fases de eliminación. Y los jugos, sin fibra, son pura glucosa: fermentan, inflaman, disparan la insulina y pueden agravar problemas como SIBO o candidiasis.
Además, alimentos como el arroz integral pueden contener arsénico inorgánico, elevando la toxicidad si el cuerpo ya está sobrecargado.
“La desintoxicación no es una dieta restrictiva, es un proceso celular con base bioquímica.”
¿Qué necesita el cuerpo para desintoxicarse?
Un verdadero detox necesita tres cosas:
1. Micronutrientes clave
Vitaminas B2, B6, B12, folato, zinc, magnesio, glutatión, aminoácidos como metionina, glicina, cisteína…
2. Emuntorios activos
Hígado, intestino, piel, riñones, sistema linfático.
Si no sudas, no orinas y no evacuas bien, no hay detox.
3. Un terreno preparado
Dormir bien, bajo nivel de inflamación, buena digestión, tránsito intestinal diario, equilibrio osmótico.
Detox hepático: dos fases, muchos nutrientes
Fase I – Activación (citocromo P450)
Requiere hierro, proteínas, magnesio, B2, B3… transforma toxinas en compuestos más solubles (¡y más reactivos!).
Fase II – Conjugación
Aquí se neutralizan. Necesita metilación (B6, B12, folato), glutatión (glicina, cisteína, glutamato), sulfatación (azufrados, molibdeno), conjugación con aminoácidos (taurina, glicina).
Si no tienes todos estos recursos, esas toxinas no se eliminan… y se redistribuyen a tejidos más profundos.
El intestino: tu gran puerta de salida
Sin evacuación diaria, todo lo que el hígado ha procesado se reabsorbe.
Y si tu intestino está inflamado o hay disbiosis, esa reabsorción puede ser del 40% o más.
¿Qué ayuda?
• Grasas saludables (aceite de oliva, MCT).
• Fibras solubles (psyllium, lino, chía).
• Plantas colagogas (boldo, alcachofa, desmodium).
• Buena masticación y conexión vagal.
• Retirar gluten, lácteos, cereales (en fases inflamatorias).
Dormir es detox
La melatonina es antioxidante y antiinflamatoria.
Durante el sueño profundo ocurre la autofagia, limpieza y reparación celular.
Si no duermes, el cortisol se eleva, baja la melatonina, y el proceso se bloquea.
Detox no es para todos
Se necesita personalización. Está contraindicado o requiere cuidado en casos de:
• Hipotiroidismo
• Candidiasis o SIBO
• TCA (trastornos de conducta alimentaria)
• Depresión / ansiedad activa
• Embarazo o lactancia
• Personas con déficits nutricionales severos
¿Entonces qué hacer?
• Evalúa tu estado nutricional antes de empezar
• Haz un plan con supervisión profesional
• Apoya todos los emuntorios
• Respeta tu bioindividualidad
Un detox real no empieza con un zumo, sino con una mirada honesta hacia tu fisiología.
Deja una respuesta